COLUMNAS DEL TERCER MILENIO
  SALMOS: SU PODER
 
SALMOS: SU PODER

Transcripción Miguel Ángel Granados
 
 
Tomado del libro El Poder Milagroso de los Salmos de Luz Stella Rozo,
editado en 2002 por Llewelin, publicaciones en español.
 
 
Mucha gente desconoce el gran poder mágico-sagrado de los Salmos. Posiblemente se deba a que las iglesias cristianas jamás lo han comentado y han puesto en velo del silencio sobre este particular.
 
Cuando escribía la columna el “Poder Mental” en un periódico importante, mencioné varias veces las fórmulas aplicables a distintos Salmos y su uso en diferentes situaciones de la vida.
 
Tres años después de haber dejado de publicarla, todavía me encuentro con personas en la calle que me hablan sobre el particular y me piden indicaciones para sus problemas específicos.
 
Debemos reconocer que los hebreos tienen una herencia de conocimiento secreto muy grande que adquirieron de civilizaciones perdidas, cuyas enseñanzas siguen vivas gracias al pueblo Judío. Este saber proviene de Caldea, Asiria, Babilonia Egipto y muchas otras culturas ancestrales que mantuvieron directa o indirectamente interacción con los israelitas. Algunos de esos linajes desaparecieron, aunque sus interpretaciones de los misterios de la vida espiritual siguen vivas gracias a las tradiciones  rabínicas y cabalísticas de los judíos, una raza que se ha negado a morir. Por el contrario, su sangre es más vital en cada generación y su aporte a la humanidad ha sido y continúa siendo de incalculable valor.
 
Salmo quiere decir canto de alabanza. Esos cantos de alabanza a la Divinidad, fueron extensamente empleados por culturas antiguas. Algunos de estos Salmos los podemos leer después de más de tres mil años de haber sido escritos, gracias a las piedras “eternas” que perturbaron la piedad de un faraón quien creyó en la existencia de un solo Dios y murió defendiendo su fe. Fue el primer mártir en ofrendar su vida por esta  creencia. Ese faraón cuyo nombre original fue Amenhoteph IV, además conocido por el nombre que le dieron los griegos cuando invadieron su país: Amenophis o Amanosisae él lo cambió por Akhenatón, ósea, el siervo de Atón. Así llamado al Dios único.
 
Los sacerdotes egipcios asesinaron a Akhenatón y destruyeron todo vestigios de su existencia y creencias. Pero la verdad es eterna. Quedaron las Escuelas de los Misterios, de los cuales fueron propulsores los faraones de la XVIII dinastía, a la cual perteneció Akhenatón.
 
En estas escuelas se formó Moisés y llevó este conocimiento a su pueblo, hasta ese momento politeísta.
 
La recopilación del conocimiento no sólo fue hecha por Moisés, sino que a la tradición escrita y hablada, se añadieron las más valiosa enseñanzas aportadas por todos los grandes padres de Israel y las doctrinas dadas por Dios a Moisés junto con las Tablas de la Ley. —La Torá--.
Moisés se cuidó de trasmitir este conocimiento para su conservación en miras a futuras generaciones. La Qabbalá se encargó de la enseñanza oral hasta nuestros días, ya que está impresa y además explicada por muy buenos qabalistas.
La verdad de la efectividad de los Salmos está respaldada por La Torá y El Talmud. Pero no solamente eso: todas las iglesias cristianas lo asimilaron a sus credos hasta el punto de que su rito principal, la misa, los versículos de los Salmos son repetidos varias veces.
 
Lo que nos enseñan éstas iglesias cristianas, como explicó anteriormente, en su utilización en los avatares de la vida terrenal, desconociendo así nuestra dualidad: cuerpo y espíritu y la importancia que tiene para el espíritu, mantener el cuerpo en perfectas condiciones y por lo tanto, la convivencia de un entorno y circunstancias cónsonas con el nivel de vida ideal dentro de esta dimensión. 
 
Introducción
 
Cada Salmo tiene un efecto milagroso específico. Para obtenerlo, no solamente se debe rezar en la forma aquí indicada sino que es nece4sario utilizar los ingredientes requeridos para el ritual, los cuales han sido empleados por siglos y cuyo efecto mágico, es indiscutible. Así mismo imprescindible cumplir con los requisitos exigidos en cuanto a los días o noches para hacerlos; igualmente la luna indicada a cada uno de ellos.
 
El poder secreto o mágico-milagroso de los Salmos, ha sido ampliamente conocido por el pueblo hebreo, el que involucró la religión y la religiosidad en toda actividad de la vida diaria.
 
Cuando no había doctores, ni escuelas de medicina, el pueblo judío empleaba la potencialidad sagrada de los Salmos para sanar o poner en orden sus calamidades. Aún hoy en día, son muchos los hebreos que continúan utilizando el poder de la oración para sanar y sanarse. Permanece la costumbre de que las mujeres se reúnan para rezar los Salmos que ayudan a la futura madre en su labor de parto y la usanza de utilizar la lectura de algunos Salmos para resolver problemas en el matrimonio, en los negocios, y en la vida diaria en general.
El estudio de esta práctica tan antigua como lo es el pueblo judío, llevó a la autora al trabajo de investigar sobre el misterio sanador de estas oraciones llamadas Salmos y su correspondiente efectividad. Si usted, amigo lector, tiene algún amigo hebreo, pregúntele sobre esta costumbre y serán muchas las anécdotas que él podrá contarle acerca de los milagros que conoce, obtenidos gracias al adecuado uso de los Salmos.
 
Lógicamente, en la antigüedad no existían las enfermedades que hoy padecemos y la forma de vida actual nos ha llevado a afrontar diferentes riesgos. Sin embargo, igual que hace cinco mil años, seguimos expuestas a que nos asalten o atraquen y a que nos muerda un perro rabioso, aunque esta última es cada vez menos frecuente.
 
Pero las posibilidades de que un ataque de un león, son casi inexistentes, a menos que trabajemos en un zoológico o en una reserva de animales salvajes, donde estaremos expuestos a esa contingencia.
 
Sin embargo, tenemos el sida y el cáncer, así como enfermedades del corazón, haciendo estragos. Por lo tanto, después de muchas investigaciones y consultas, encontramos algunos Salmos aplicados a enfermedades y situaciones actuales, y a otras situaciones a las que se ha llegado por deducción o derivación.
En algunos libros de Qabbalá y en especial aquellos que narran la historia de las distintas vicisitudes que a través de miles de años ha sufrido la población judía, especialmente cuando fue obligada  a vivir en gethos en Europa, hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, se habla del uso que daba el pueblo de Jehová a los Salmos para pedir la sanación de todas sus circunstancias y enfermedades.
 
Empleo de los Salmos
 
El empleo de los Salmos y su correspondiente ritual, es el auténtico uso de la magia blanca. Lo ideal es rezar los Salmos todos los días, mientras se prende incienso. Igualmente benéfico es encender una lámpara con aceite del santuario o aceite sagrado.
Los cuales son fáciles de conseguir en algunas localidades.
 
Cada uno de los Salmos descritos en la Biblia judeo-cristiana, ha nacido de un momento especial, un período histórico crucial. Han sido recopilados a fin de mantener un instrumento santificado que permite establecer mejor relación con Dios.
La mayoría de los primeros Salmos recogidos por la Biblia, se imputaron al Rey David, quien solía cantarlos acompañado por el laúd, igual que lo hacia Akhenatón, quien fue el autor de algunos de los Salmos atribuidos al mencionado rey hebreo; para cantarlos, el faraón se hacía acompañar del arpa y otros instrumentos musicales que tuvieron los antiguos egipcios.
 
“Cuán múltiples son Tus obras.
Ellas están escondidas en nosotros.
Oh, Tú, Dios único,
Cuyo poder ninguno otro posee”.
-Faraón Amenhotep IV, conocido como Akhenatón-
 
Salmo en hebreo se dice “El Tehilim”. El Talmút atestigua que todos los “El Tehilim” fueron compuestos bajo la calificación “Ruaj Hakodesh”, o sea: inspiración divina.
 
Es igualmente necesario entender que los Salmos cantados o rezados en idioma hebreo, “Lashon Hakodesh” –lenguaje sagrado- tiene un particular valor ya que en determinadas líneas, se emplean palabras de gran sentido cabalístico. Su número tiene un significado y en conjunto, obtienen un poder mágico explicado por la Qabbalá.
 
Son expresiones naturales de gran efecto místico y profundidad esotérica, cuyo entendimiento es imposible en cualquier otro idioma.
 
Por lo tanto, no es solamente lo que dice el Salmo, sino la pronunciación de la palabra mágica, lo que va a concatenar los efectos ritualísticos para la obtención del milagro.
 
Al pensar en esto, me decidí solicitar a importantes cabalistas y destacados rabinos, algunos de los cuales prefirieron mantener su no9mbre en el anonimato, que me ayudaran en la tarea de entregar al público en general, los Salmos en hebreo por quien no sabe leer este idioma, se decidió escribir su fonética en la lengua española para que así, pueda leerlo cualquier persona y de esta forma obtener los resultados esotéricos requeridos que esas palabras milagrosas desencadenan.
 
Por ello, no es necesario publicar aquí ninguna instrucción adicional sobre la forma en que se deben pronunciar los Salmos porque ya están escritos con la fonética indicada en español. Esto quiere decir que se le ha facilitado el trabajo al lector y que lo único que tiene que hacer, es leerlos como si lo estuvieran haciendo en español, acentuando las palabras donde se han marcado lo acentos prosódicos o fonéticos por medio de un acento ortográfico.
 
He aquí un ejemplo: “Aj El-Elóhim Dumiyá Nafish…” Como se puede apreciar, La pronunciación es fácil: solamente debemos hacer la fuerza del acento en la O de la palabra Elóhim. En este caso, la letra H es muda y se debe también hacer énfasis en el acento prosódico de la letra A de Dumiyá. Esta frase quiere decir: “Sólo en el Todopoderoso (Dios) tiene silencio (paz) mi alma”.
 
Advertencia
 
Los Salmos son oraciones muy poderosas y efectivas. Su empleo puede ser muy delicado. Es igual a una computadora. Al mover una tecla, siempre aparecerá la respuesta. Si pulsa la tecla errada, la respuesta será errónea. Esto quiere decir que siempre vendrá una manifestación. Aunque de usted depende si es buen para usted o para otra persona. Aclaro: si está pidiendo resarcimiento contra su enemigo, el castigo llegará. Pero si el enemigo es usted y no la otra persona, contra usted vendrá. Si por ejemplo usted está pidiendo a Dios justicia y resulta que el injusto es usted y la víctima la otra persona, Dios hará justicia. Lo castigará a usted y ayudará a la otra persona a salvarse de usted y a tomar venganza en su contra, que en este caso es el opresor y no la víctima.
 
Como a los lectores les gusta leer ejemplos sobre lo que describe el autor, voy a narrar unas historias verídicas:
 
Rosa, era hasta hace poco, una joven empleada de una textilera. No acostumbrada a cumplir con sus labores, y debido a eso fue retirada de la empresa. A raíz de este suceso, ella solicitó a la compañía le otorgara supuestos beneficios laborales, los cuales no le correspondían. Le fueron pagadas sus compensaciones salariales de acuerdo a la Ley del Trabajo de su país, pero sin embargo ella no aceptaba haber tenido una conducta errónea. Debido a esto, Rosa empezó a atacar verbalmente a los dueños de la compañía, creándoles guerra psicológica, tratando de aplicar “justicia” por sus propias manos, ocasionando mucho malestar entre los demás empleados.
 
Viendo que este tipo de chantaje no le daba resultados esperados, decidió clamar por justicia Divina. Conocedora del poder de los Salmos, inició una petición de apoyo a su solicitud con rezo de éstos, aspirando a obtener a través de dichas oraciones, el dinero que deseaba.
 
Y la justicia llegó: Una fuerte lluvia ocasionó severos deterioros en su vivienda, lo que la obligó abandonarla, perdiendo en esta forma todo lo que tenía: casa y enseres. Más sin embargo la compañía para la cual Rosa trabajaba, ganó un litigio al que había aspirado tiempo atarás y del cual, ya se había olvidado porque no había vuelto a tener noticias al respecto.
 
Aquí describo otro caso muy cercano a quien este libro escribe, y que muestra el resultado efectivo del poder de los Salmos, cuando son bien empleados por el orante.
 
Lucía Santelmo y su esposo, dos profesionales jóvenes y emprendedores, encontraron una forma eficiente de multiplicar sus ahorros participando en la bolsa de valores.
 
A través de uno de sus sobrinos, conocieron a Sergio Vorasz. Un hábil y “serio” corredor en quien muchas empresas pequeñas y grandes, así como profesionales medios habían puesto su confianza. Lucía y Héctor, hacían planes con sus futuras ganancias.
 
Incluso, pensaban en la posibilidad de empezar una familia. ¡Qué felicidad!
 
Un buen día y a través de la prensa, se enteraron que el Sr. Vorasz era buscado por los tribunales, en virtud de su incumplimiento con algunas de las empresas a las que daba servicio, y eso los puso en alerta.
 
Comenzaron por telefonearle, si éxito. Pasadas algunas semanas, solicitaron apoyo a su sobrino, quien finalmente, con llanto en los ojos, les dijo que todos habían sido estafados, aunque el inescrupuloso sujeto aún se encontraba en la ciudad encubierto por un familiar.
 
L a búsqueda de una solución pronta a través de los tribunales de justicia humanos, resultaba infructuosa. Fue entonces cuando el matrimonio decidió acudir a petición de justicia a través de los Salmos.
 
Y en este caso también ésta llegó, sólo que de otra manera.
 
Tiempo atrás, habían comprado la boleta para una rifa que beneficiaría a una asociación de niños minusválidos a cambio de la posibilidad de ganarse una hermosa cas. El resultado es que ahora son sus felices habitantes.
 
¿Y Sergio?
 
Pasados once meses, en una de sus salidas fortuitas, chocó el automóvil que conducía, por lo que fue detenido. Al hacerse las verificaciones de rigor, se comprobó su identidad y permanece entre rejas hasta que pague sus deudas. He aquí, otro ejemplo verídico de la efectividad de los Salmos.
 
Por lo tanto, en las oraciones para librarse de sus deudas, debe estar bien claro que los malvados sean sus rivales y no usted, el malvado enemigo de los justos. Quien los reza, debe estar seguro de ser la víctima y no el victimario, porque la respuesta al Salmo rezado, será la justicia divina a favor del perjudicado y en contra de victimario, si el victimario lo reza, en realidad está solicitando su propio castigo. Estos Salmos no son para castigo ni venganza, sino para justicia dentro de la Ley de Equilibrio, o de Causa y Efecto.
 
Para la mejor aplicación de los Salmos, los nombres sagrados escritos en cada Salmo, se ha subrayado a fin de que el lector los identifique con facilidad. Esos nombres: Jhavé y Jehová, en el momento en el que se está rezando el Salmo con determinada intención; no se puede decir completamente.
 
Cuando los hebreos traducen La Torá, escribiendo los nombres divinos parcialmente, de la siguiente manera: Jah ó Jhv. Lo ideal es que el lector lo escriba, los lea mentalmente y los mantenga en su mente. Así cuando está leyendo o repitiendo el Salmo de memoria, de su boca no pude salir el sonido de esos nombres santos porque entonces el efecto podría ser muy diferente a lo deseado o solicitado. Esto se debe a que los hebreos concederán que nosotros los mortales no somos dignos de pronunciar el nombre sagrado de Dios. Cuando ellos escriben Dios, lo hacen Di´s. Y quien lo pronuncia (según ellos) está cometiendo una irreverencia muy grande, casi una blasfemia o pecado contra Dios. Por tal motivo, a fin de no pronunciar este sagrado nombre, utilizan eufemismos tales como: El Innombrable, El Eterno, El Omnipotente, El que Todo lo Sabe. El que Todo lo ve, El Todopoderoso, El Señor, etc.
 
Los nombres santos, de Dios y otros ángeles.
 
Tomás Golding al respecto enfatiza: “Debido a que el ser humano cotidiana y habitualmente, desde siempre ha estado sumergido en una profunda ignorancia, suele emplear a la ligera los nombres Divinos.”
 
Si ponemos atención a la forma de hablar de la gente, nos daremos cuenta de la cantidad de veces que sin pensar, emplean en futilidades el nombre de D-os. Te juro por… que no me gusto la película. ¡Por… cómo es posible que te hayas olvidado de comprarme el helado! Por… que jamás había visto algo tan feo. Y así frases similares, además de los juramentos en vano, sin entrar en las impresiones y blasfemias.
 
Por tal motivo, en la cultura hebrea, los nombres Divinos fueron a propósito protegidos de la cotidiana ligereza con que el ser humano se expresa. Pero personas de cultura y conocimiento en el tema, (no necesariamente doctorados o sabios) no emplean en forma ligera dichos nombres sagrados. Por lo tanto con estas personas que sí saben emplearlos y que piensan antes de hacerlo, no se corre el peligro de que los nombres sagrados de Dios puedan caer en malas lenguas o sean pronunciados en vano.
 
Beneficio de los Salmos
 
El Rey David cuyo nombre hebreo es “Hamelej” pidió a Dios que todo aquel recitador de los Salmos, sea considerado ante Él, como si hubiera realizado los estudios más profundos del Talmud.
 
Lo Salmos leídos antes de cualquier otra oración, preparan a la persona para entonarse mejor con la fuente Divina, por cuanto eliminan cualquier interferencia que pueda haber entre el creyente y el Creador.
 
En el comentario sobre el Génesis, el rabino Efraím, dice que todo aquel que rece los Salmos todos los días, será merecedor de morar bajo el Trono Celestial Divino.
 
La mejor hora para rezar los Salmos, es en la madrugada antes de la salida del sol.
 
Particularmente el Salmo 119 junto con las 22 letras del alfabeto hebreo las cuales en muchos casos inician algunos versículos de este Salmo. (Este Salmo está dividido alfabéticamente, no numéricamente).
 
Es aconsejable no leer los Salmos en la noche entre el momento que el sol se ha ocultado y la una y media de la madrugada, ya que según la tradición hebrea en esas horas dominan los “Dinin” fuerzas de justicia. De acuerdo a la Qabbalá puede ser contraproducente su lectura en este tiempo sin sol, porque genera un gran contraste. Despees de la una y media AM, es recomendable (es lo ideal rezarlos) porque son las horas que preceden a la aurora.
 
Sin embargo, la noche del sábado o shabat, en cualquier hora nocturna se puede recitar los Salmos. Igualmente no sólo es permitido, sino exigido, leer los Salmos ante la persona que acaba de morir, sin importar el momento de la noche. Por cuanto antes del entierro se deben recitar ante el cuerpo presente, para proteger su alma de “Fuerzas Extrañas”.
 
No se deben leer los Salmos donde haya malos olores, hediondez, excrementos o delante de alguien desnudo, aunque sea un niño.
 
No hay restricciones si la mujer está menstruando o que a cierto enfermo le esté goteando la sonda, o que la persona que lo reza o a quien se le reza, tenga una llaga abierta.
 
Fuerza Energética de la Voz en el Empleo de los Salmos
 
Los seres humanos vivimos inmersos en un mundo de energía. La mayoría de esta gran humanidad no está conciente de ello y por lo tanto, la usa mal. Todo lo que nos rodea, lo que vemos y lo que no vemos, es también energía. Nuestro ser es un complejo organismo bidimensional compuesto tanto por nuestros diversos cuerpos sutiles como por la materia física, los cuales bien integrados en unicidad, son sólo paquete energético que a la vez está concatenado por una serie de fuerzas vitales complementarias unas de otras, que deben funcionar armónicamente.
 
Debemos comprender que armonía es perfección. Salud en ambas cosas. Cuando todo nuestro yo, está armónico, funciona en concordancia con el Cósmico que a su vez, es armónicamente perfecto, estamos llenos de salud y paz profunda.
 
Entre las energías más poderosas manejadas por los seres humanos y que existe no solamente en nuestra dimensión, sino en la Mente Divina, están el pensamiento, la palabra y el amor.
 
La energía primaria es el pensamiento, hacedor absoluto de las cosas, porque en él, se inician todas las obras. Cuando Dios “decidió” crear, en realidad pensó que “debería” o le “gustaría” dar forma a su plan. Por tal motivo, la creación partió de allí. Esto nos comprueba que el pensamiento tiene una poderosa capacidad creadora y que si sabemos emplear bien esta fuerza, podemos utilizarla el beneficio nuestro para ser realidad lo que queremos atraer hacia nosotros y deseamos tener en nuestra vida.
 
Por tal motivo, si al rezar los Salmos partimos de un pensamiento creador de lo que queramos alcanzar a través del Salmo que vamos a emplear, un pensamiento inmerso en la fe de obtener el objetivo buscado, ya habremos logrado una gran parte. Pero si a este pensamiento tan poderoso añadimos otra energía muy grande, la de la voz, podremos decir de una vez, que hemos alcanzado lo que nosotros proponíamos.
 
El poder de la voz es tan ingente, que incluso es reconocido por importantes religiones. Las iglesias cristianas en la Biblia tienen escrito donde Juan cuenta cómo Dios utilizó el verbo creador, o sea la palabra, para hacer el Universo. Está explicándonos así que Dios utilizó el verbo creador para hacer el mundo. Los egipcios también conocían el inmenso poder de la voz cuando explican la creación universal realizada por Thot, el dios de la sabiduría, la medicina, el tiempo, etc. En el párrafo referido a esta acción, describen: “… Y Thot dijo a las aguas: venid a mí, y en esta forma separó la tierra de las aguas…”
 
Pero es más: nosotros podemos sumar nuestras energías para construir una increíblemente poderosa. Empezamos con el pensamiento, seguimos con la voz continuamos con la palabra. Tanto en el prologo de esta obra, como en la explicación sobre los valores de cada una de las veintidós letras que componen el alfabeto hebreo o jidish, he explicado el significado valioso de cada una de ellas. Cada letra tiene su propio valor. Por eso hay Salmos que, en hebreo, cada uno de sus versículos comienzan de tal manera que entre todos esos inicios, se utilizan las veintidós letras del alfabeto. 
 
Después, viene el valor que adquiere cada palabra específicamente por las sumas de las letras que la componen. Este es un valor agregado que enriquece aún más a dicha palabra. Por tal motivo, cuando los Salmos son laidos en voz alta, aumenta su potencia.
 
Todavía se puede aumentar dicha potencia aún más, si se cantan, los Salmos eran entonados en latín, se cantaban con estilo gregoriano. Esta forma de captar de por sí, también emplea una serie de energías mántricas* que facilitan la comunicación entre el orante y la Divinidad.
 
(*Mántrica, es una derivación del vocablo mantra. En idioma sanscrito, quiere decir palabra gran poder.)
 
Resumiendo: si usted entona con mucha fe el Salmo o los Salmos que decida emplear para un logro determinado en la forma de canto gregoriano después de haber seguido las indicaciones o rituales que le correspondan a cada uno, puede tener la absoluta seguridad, que ha encontrado por fin, la manera de ser escuchado directamente por Dios.
 
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